La semana pasada el grupo popular presentaba en el congreso una iniciativa cuyo objetivo era modificar la normativa de los derechos y deberes de los alumnos.
En la exposición de motivos que expuso el representante del grupo popular, hizo referencia al clima escolar, como factor esencial para mejorar la educación.
Al hablar de clima escolar hizo mención a que la situación es grave, especialmente en los institutos, señalando que los profesores se encuentran desmotivados por la falta de orden, de disciplina y su poca autoridad.
Es más, estableció una relación directa entre ambiente escolar y disciplina.
No se puede poner en duda que el clima escolar es un factor primordial para una educación de calidad.
Debemos distinguir entre clima escolar y clima en el aula, debemos de considerar que entendemos por ambos, pero lo que está claro es que ninguno de los dos aspectos señalados se puede reducir a un solo factor a tener en cuenta: la disciplina.
El clima escolar viene determinado por las condiciones organizativas y culturales del centro.
La participación de toda la comunidad educativa, alumnos, padres y madres, profesores/as, personal no docente y dirección es necesaria para que la organización del centro sea tal que facilite un buen clima escolar.
No menos imprescindible es que se tengan en cuenta aspectos tan fundamentales como son: los planes de convivencia, la formación en la resolución de conflictos, la creación de escuelas de padres y madres, el reforzar la autoridad social del profesorado, entre otras. Medidas contempladas en el Plan de Acción 2010-2011 presentado por el Ministerio de Educación y aprobado en Consejo de Ministros.
En España, más del 70 % del profesorado y casi un 80 % del alumnado tiene una percepción positiva de la convivencia escolar, según datos del Observatorio de la convivencia.
Debemos de mejorar sí, pero nada más alejado de la realidad que pensar que el procedimiento es modificar normativas.
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