En marzo de 2007 España firmaba la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.
En el instrumento de ratificación se puede leer: “Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
Uno de los objetivos que debe contemplar cualquier política que se realice en los diferentes campos de la sociedad es tratar de eliminar esas barreras que hacen inviable la incorporación de las personas con discapacidad a la sociedad.
Se trata de luchar contra la discriminación, de favorecer la participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad y por la igualdad de oportunidades entre otros puntos fundamentales para hacer que este colectivo constituido por 3,8 millones de personas en España se sienta participe de la sociedad en la que vive,
Siendo conscientes como somos de que la educación es la puerta que abre las posibilidades para tener un desarrollo de las capacidades individuales y sociales, así como emocionales e intelectuales de la persona, lo cual conlleva a una participación activa de la persona en la sociedad, es fundamental que en toda política educativa se luche por la inclusión de las personas con discapacidad en el sistema educativo desde edades tempranas.
Y se debe de tener presente que trabajar por adoptar todas las medidas necesarias que hagan factible la inclusión de las personas con discapacidad es trabajar en beneficio de todo el alumnado, es trabajar por la cohesión social.
En la legislación educativa española se recoge en la LOE como principios esenciales la lucha contra la discriminación y la desigualdad, estableciendo las formas de apoyo que se debe realizar a aquellos alumnos/as que presenten unas necesidades específicas así como los recursos necesarios para realizarlo.
Pero no solo se trata de legislar, no se debe de obviar que para conseguir una inclusión plena de las personas con discapacidad es necesario el apoyo de toda la sociedad.
Establecer mecanismos que hagan viable la participación de alumnos, padres y madres, profesorado, instituciones, administraciones y colectivos de personas con discapacidad es fundamental. Una participación activa, analizado la situación, estableciendo indicadores que reflejen los posibles puntos negros a tener en cuenta, elaborando propuestas, en fin debatir y analizar desde el conocimiento de la realidad para proponer mecanismo que mejoren la inclusión de las personas con discapacidad.
De este modo se constituye en 2002 el Foro para la Atención Educativa a personas con Discapacidad, cuyas actividades estaban restringidas a la enseñanza no universitaria.
En los últimos años se ha producido un aumento significativo del número de estudiantes con discapacidad en las universidades españolas, un hecho del que debemos sentirnos orgullosos pues implica que se está trabajando realmente por la inclusión de este colectivo en el todo el sistema educativo y un hecho que pone en evidencia la necesidad de ampliar el Foro existente de tal manera que se incluya las enseñanzas universitarias.
El ministerio de educación ha dado respuesta a esta necesidad con la creación del Foro para la Inclusión Educativa del Alumnado con Discapacidad, el cual ha sido constituido formalmente el 24 de Mayo, donde se trabajará en dos comisiones, una relativa a la Educación y Formación Profesional y otra a la Educación Universitaria, cuya competencia, estructura y régimen de funcionamiento están regulados por la orden EDU/2949/2010.