Estas palabras, que contienen un profundo y determinante mensaje, las pronuncio Reijo Laukkanen, consejero de la junta nacional de educación de Finlandia.
En estos días en los que la polémica propuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid de separar a los alumnos/as más brillantes de los menos ha abierto un debate encendido sobre el tema, quizás tomen una mayor relevancia de las que ya de por si tienen.
El último informe Pisa sitúa a Finlandia en el segundo puesto en competencia lectora y en Ciencias y el tercer puesto en Matemáticas, podemos decir, por tanto, que Finlandia está situada a la cabeza de los países con mejores resultados educativos del mundo, y es por ello que las palabras pronunciadas por Reijo Laukkanen deben ser tomadas en consideración.
A principios de los sesenta Finlandia tenía dos sistemas paralelos de educación después de primaria, los alumnos/as más brillantes se separaban de los/as no brillantes, en 1968 comenzaron reformas a favor de un único sistema de educación, desapareciendo de este modo los dos niveles de educación : uno para listos/as y otro para los/as no listos/as. En los ochenta termino la separación en diferentes niveles de los alumnos según sus habilidades en matemáticas y lengua.
En Finlandia no se trata de tener cerebritos que destaquen considerablemente en relación con los otros, se trata de que la mayoría este en la media y que ésta sea lo más alta posible, esto es lo más importante, la mayoría del alumnado estará por la media, pero ésta es mucho más elevada que la del resto de los países, así los peores estudiantes de Finlandia tienen resultados mejores que el 80 % de los países de la OECD.
Una apuesta clara por la educación en una sociedad equitativa es la mejor manera de tener una sociedad preparada para el presente y el futuro, Finlandia es un ejemplo patente de ello.
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