Desde hace unos años estamos acostumbrados a que aparezcan en prensa artículos sobre los puestos que obtienen nuestras universidades en determinados ranquings que se realizan a nivel mundial.
Al ser los puestos obtenidos bajos se pone en duda el prestigio de nuestras universidades y la política universitaria que se ha venido realizando.
En una época como la actual, en la que se están realizando cambios profundos en las universidades al objeto de adecuarlas a los requerimientos establecidos en el espacio europeo de Bolonia, los debates que suscitan los análisis de la situación de nuestras universidades a nivel mundial son mucho más polémicos.
Es verdad que los puestos que ocupan son bajos, que merecen una reconsideración profunda determinadas practicas que se han venido realizando en las universidades españolas, pero todo se debe realizar desde la perspectiva de tener claro de donde partimos, cual era nuestra situación hace treinta años y cual es la situación actual y compararla con las universidades que están en los primeros puestos.
En el Arwu ranking encontramos que los primeros puestos que ocupan nuestras universidades se sitúan a partir del 200; la Universidad autónoma y complutense de Madrid, la de Barcelona y Valencia se sitúan entre las 200 y 300 universidades del mundo, la autónoma de Barcelona, politécnica de Valencia y Pompeu Fabra entre las 300 y 400 y la de Granada, Santiago de Compostela y Zaragoza entre las 400 y 500.
En el Times Higher Education World University Rankings unicamente se clasifican 200 universidades ocupando el puesto 142 la Universidad de Barcelona y 155 la Pompeu Fabra y en QS World University Rankings aparece la Universidad de Barcelona en 148 , la autónoma de Barcelona en el 173 y la autónoma de Madrid en el 213.
Resulta extraño comprobar que los puestos que se les asigna en diferentes rankings distan mucho, en algunos casos, de ser parecidos, y más extraño resulta cuando en general se trabaja con indicadores para otorgar la posición, los cuales son todo menos subjetivos. Así, en la mayoría de los rankings que se realizan se tiene en cuenta indicadores tales como: número de alumnos o profesores que han obtenido el premio Nobel, de prestigiosos investigadores de reconocida fama mundial que se citen con asiduidad o trabajos publicados en reconocidas revistas, como pude ser Nature o Science.
En lo que si existe una clara coincidencia es que la mayoría de los primeros puestos están ocupados por universidades americanas. Y, en general, no se plantea ninguna duda que éstas merecen tales posiciones.
Los analistas concluyen que el éxito de dichas universidades radica en que entienden perfectamente lo que significa la investigación en las universidades, reconocen y recompensan adecuadamente la productividad del personal, con unos salarios que siguen siendo de los más altos del mundo, con infrastructuras adecuadas y con un ambiente cosmopolita que facilita el que los más brillantes decidan formar parte de las universidades americanas.
Los días 16 y 17 de Mayo se debatirá sobre las clasificaciones y la rendición de cuentas en la educación superior en el Foro Mundial de la Unesco.
Se tratará de dar respuesta a preguntas como: ¿ Por qué es motivo de controversia las metodología y los criterios utilizados en la realización de los rankings? ¿ Cómo explicar su influencia?
Representantes de instituciones de clasificación, profesores, responsables políticos, estudiantes y dirigentes empresariales analizaran el tema, ahora solo nos queda esperar las conclusiones.
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