Para unos pocos de niños y niñas que van a la escuela en nuestro país esta se convierte en un lugar donde no desearían ir, en un lugar que odian o que temen, en fin, en todo lo contrario de lo que se espera de un centro cuyos objetivos son, entre otros, aspectos tan fundamentales y maravillosos como: trasmitir conocimientos, incentivar la participación, la creatividad, la curiosidad y el compañerismo.
Las causas varias, las cuales merecen una profunda reflexión y análisis, son las que motivaran que esos niños y niñas fracasen en la escuela.
Unos y unas pocas tendrán temor, temor por que sufren acoso escolar.
En España este acoso ha llevado en contadas ocasiones a extremos en los que la victima ha muerto en manos de sus compañeros o compañeras o que, por la presión a la que se encontraba sometida, ha decidido sacarse la vida.
Cuando leemos en los medios de comunicación noticias de esta índole sentimos rabia y dolor y una sensación de que debemos de luchar más, mucho más, para acabar con estas situaciones.
En prensa estos días podíamos leer que había estallado una bomba en la entrada de un colegio en una escuela en Pakistán, habiendo resultado heridos siete niños y niñas.
En esta zona del mundo las escuelas son objetivo de radicales islamistas, más en el caso de que asistan niñas.
En esta zona del mundo en la que la situación es caótica la educación se convierte en “un rayo de esperanza “ y más para las mujeres, cuya situación de desigualdad extrema.
Los fanatismos religiosos son causantes de terribles actos sobre inocentes, pero más terrible es, si cabe, cuando los objetivos son inocentes niños y niñas.
Ya sea en poco o en mucho lo que este en nuestras manos, ¡luchemos en todo lo que podamos para cambiar estas situaciones!.
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