lunes, 17 de enero de 2011

ENSEÑAR LOS RIESGOS DE LAS BOMBAS DE RACIMO


Laos fue brutalmente bombardeado por los americanos durante la guerra de Vietnam por un periodo de nueve años.

En los bombardeos utilizaron bombas de racimo, bombas que se descomponían en cientos de pequeños pedazos explosivos . Un treinta por ciento de los mismos no estallaron quedando sembrado el territorio con más de 80 millones de amenazas.

Amenazas que son las causantes de más de 300 heridos y muertes cada año.

En la provincia de Xieng Khouang hay concentradas más de la mitad.

Por lo que conocer como actuar ante esta situación se hace esencial, más que conocer las letras o saber sumar.

Es por lo que en las escuelas en las clases de infantil se explican, mediante la utilización de títeres, como actuar y, lo más importante, trasmitir que aunque más del 60 % se encuentran desactivados, debido a la oxidación, el resto sigue siendo tan peligroso como cuando fueron lanzados.

Niños y niñas de entre tres y cinco años son los que mueven y dan voz a esos títeres que tratan de salvarlos de ser uno o una más de los muchos y muchas que han perdido un píe o una mano por manipular dichos artefactos explosivos.

Lo más triste de está historia no es solo que el país causante de dicha situación no haya firmado el tratado contra la utilización de las bombas de racimo sino que, debido a la situación de pobreza de esta zona del mundo, las familias recurran a la recolección y venta como metal de los trozos que quedaron sin explosionar.

De lo que sí podemos alegrarnos es de que España haya sido uno de los primeros países en ratificarlo, a pesar de tener empresas que se dedicaban a la producción de este tipo de armamento, y que haya destruido su arsenal.

El tratado entro en vigor el 1 de agosto de 2010 y a pesar que países como Estados Unidos o Rusia, los cuales producen dicho armamento, no lo han firmado, esperemos que al haber sido ratificado por 108 y firmado por más 40 la venta de dicho armamento sea inviable.

Se calcula que tardarán más de treinta años en tener la zona libre de estas “pequeñas latas con aspecto de refresco”, libre de amenazas para todos, especialmente para los pequeños.

Mientras las funciones con títeres continuaran en las escuelas de Laos.

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